A primera vista, “seca” y “deshidratada” son dos palabras que están describiendo el mismo concepto. Pero cuando estamos hablando de piel, no son lo mismo, y es una diferencia importante que debes tener en cuenta.
Piel deshidratada
Cuando piensas en la palabra “deshidratada”, probablemente estás pensando en algo que tiene falta de agua. En el caso de la piel, es lo mismo. Las células de la piel tienen falta de agua, lo que previene que el rostro esté firme, lisa y luminosa. Piensa que las células deshidratadas son como una pasa. Se ve mejor una uva, ¿no? La piel bien hidratada ayuda a disminuir y prevenir la apariencia de arrugas, flacidez y tiene un aspecto general más lisa y sana. Además, las células son más efectivas en cumplir sus funciones biológicas.
La piel se puede deshidratar por muchas razones, y sí hay pieles que tienen tendencias a perder hidratación más fácilmente. Hay varios factores que lo pueden causar o empeorar:
- Sol: Todos saben qué pasa cuando pones agua al sol; se evapora. Lo mismo pasa con el agua en tu piel, por lo que deberías tratar de minimizar el tiempo que estás en contacto directo con los rayos solares.
- Agua caliente: ¿Has escuchado las historias de las supermodelos que solamente se bañan con agua fría? Es porque el agua caliente puede dejar la piel muy deshidratada. - Aire acondicionado / Calefacción central: Estas dos cosas te hacen sentir mejor, pero son muy deshidratantes para tu piel, ya que crean frío / calor seco. - Edad: A la medida que vas envejeciendo, tu cuerpo tiende a perder la capacidad de retener hidratación, haciendo que tu piel tenga una textura más áspera y que se noten más las líneas y arrugas.Claro que tomar agua y mantener el cuerpo en general hidratado es importante, pero no va a tener tanto efecto en la piel como pensarías. La mejor manera de hidratar la piel es usar productos con ingredientes hidratantes.
Una de las razones principales por la que la rutina coreana tiene tantos pasos es para mantener la piel hidratada, ya que aplicar varias capas ligeras ayudará que la piel pueda absorber los ingredientes más efectivamente, y que penetren más en las capas.
Piel seca
Aquí es donde muchos se confunden, porque cuando dices “seca” obviamente esto también se puede decir sobre la falta de agua. Sin embargo, cuando hablas de piel seca, te estás refiriendo a la falta de grasa en la piel.
La piel produce sebo, una sustancia grasa que ayuda a lubricar, nutrir y proteger la piel. Las pieles grasas tienen una sobreproducción de sebo, y las pieles secas tienen una producción baja o nula. La ventaja de la piel seca es que nunca vas a tener el problema de una cara brillante, pero en verdad hay más desventajas.
Sin el sebo, tu piel es más sensible por la falta de protección, tiende a deshidratarse más fácilmente (porque no tienes la capa protectora que evita que se evapore el agua rápidamente), y también tiende a mostrar señales de envejecimiento (arrugas, líneas, flacidez) antes que las pieles grasas. Los productos para piel seca tienden a ser más gruesas, ricas en textura y oclusivas para compensar por la falta de sebo en la piel.
Uno no necesariamente tiene que ver con el otro (aunque las pieles secas si tienen más probabilidades de estar deshidratadas), así que aunque tengas la piel más grasa del mundo, también podría estar deshidratada.
La razón por la que se confunden mucho no es solamente porque los nombres son parecidos, sino también porque la piel seca tiende a estar deshidratada, y comparten algunas características. Pero todos los tipos de piel pueden estar deshidratadas, hasta las pieles más grasas. Lo importante para recordar que la piel seca carece de grasa, y la deshidratada carece de agua.
Es importante mantener la piel equilibrada en agua y grasa, ¡así que asegúrate de buscar productos que te ayuden con las dos cosas!